Comunicado de Alianza del Pastizal por la situación de incendios en la provincia de Corrientes, Argentina Enero y Febrero 2022

Aunque todavía no se puede tener una idea certera de la real magnitud de los daños ocasionados por los incendios en la provincia de Corrientes, desde la Alianza del Pastizal queremos brindar nuestra visión, basada en un diagnóstico y complementada con propuestas e ideas, dado que se trata de un enclave de producción y biodiversidad único en el mundo. Estamos ante una catástrofe ambiental sin precedentes y fuera de escala.

El contexto determinado por el clima

La sequía que enfrenta la provincia de Corrientes (y el resto del NEA) es el resultado de varios factores, pero principalmente está relacionada con el balance entre las precipitaciones y la evapotranspiración, esta última, ligada mayormente a las temperaturas máximas.

Según INTA, la provincia debería recibir entre 1250 y 1500 mm de precipitaciones al año. Toda la provincia, pero especialmente el centro del territorio, atraviesa un ciclo de déficit hídrico que comenzó en 2018. Los últimos dos años contaron con un promedio anual menor a 780 mm de precipitaciones, y enero de 2022 fue el tercer enero más seco de la historia reciente (luego de enero de 1985 y enero de 2004): solamente 18,3 mm/mes.

Pero además, fue un mes particularmente caluroso en la provincia, con valores extraordinarios de temperatura (con un promedio de 39,3º C), superando en 6,5º C al promedio de temperaturas máximas registradas desde 1972. Por lo tanto, los registros de temperatura máxima del mes de enero pasado son los mayores valores observados en 50 años de datos. La temperatura media promedio de ese mes fue de 30,2º C siendo el promedio histórico de 26,6º C (3,6º C superior)1.

Este sobrecalentamiento histórico en el mes de enero de 2022 determinó un incremento notable de la evapotranspiración, y por ende, de lo que se conoce como demanda de agua. La demanda de agua pasó de 57% en diciembre de 2021 al 90% en enero de 2022.

El fuego

El fuego siempre fue un agente de cambio en los ambientes naturales. Algunos de esos ambientes, como los pastizales y los malezales, han evolucionado de manera natural con el fuego2.

Los humanos hemos aprendido a manejar el fuego para diferentes fines, y la producción ganadera encontró en el fuego una herramienta rápida y barata para promover el rebrote de los pastos duros y así contar con forraje para la hacienda.

Corrientes es una provincia con pastizales pirogénicos, culturalmente apegada al uso del fuego como elemento en el desarrollo de la ganadería a toda escala. El problema es que Corrientes también es una provincia del agua que frena el fuego, y hace dos años que no llueve la cantidad de agua normal.

La ganadería correntina se desarrolló sobre pastizales y malezales, en buena medida a fuerza de fuego. El fuego está arraigado en la idiosincrasia del productor ganadero y le ha sido muy útil para mantener esa forma de producción. Pero desde hace más de 15 años, se ha intensificado su uso, alejándose de las recomendaciones técnicas que señalan la importancia de la construcción de cortafuegos adecuados, de períodos de quema por fuera de los meses de más calor, de quemas nocturnas, etc.3 Encender fuego en pastizales y malezales es algo tan común, que prácticamente se quema en cualquier momento y en cualquier sitio.

La sequía extrema redujo sensiblemente la oferta de pastos para la hacienda, presionando a todo el sector, pero sobre todo a los pequeños productores ganaderos que, por no contar con un sistema de gestión formal y sin planificación forrajera, no alcanzan a comprar heno o granos para alimentar a sus animales.

Las consecuencias

La provincia tiene una superficie de 88.199 km2. Solamente entre el 15 de enero y el 16 de febrero de 2022 se quemaron 785.238 Ha, el 9% del total del territorio provincial. El 49% del total corresponde a pastizales y malezales y el 38% a vegetación asociada a diferentes humedales (bañados, esteros y valles fluviales)4.

La evolución mensual de los fuegos, registrada por el Fire Information for Resources Management System (FIRMS)5, muestra el grado de incidencia que tuvieron los incendios entre noviembre de 2021 y enero (hasta el 4 de febrero) de 2022 (ver anexo).

Habrá que ponerse a analizar cuánto se perdió en términos económicos y productivos, aunque se hablan ya de entre 23.000 y 40.000 millones de pesos, afectando mayormente a la ganadería y en segundo término a la producción forestal, de arroz y de cítricos6. Seguramente estos números irán ajustándose siempre hacia arriba.

Solo pensar en la cantidad de miles de kilómetros de alambrados perdidos da cuenta de la magnitud de este desastre. Por otro lado, la falta de alambrados en la transición dificultará enormemente el ordenamiento territorial y el manejo ganadero.

Pero la forma en que el fuego afectó los valores naturales singulares de Corrientes no tiene precedentes. Corrientes, y en especial sus pastizales, malezales, bosques secos y humedales, son el último refugio de un ensamble de especies de la fauna amenazada. Animales como el Aguará Guazú, el Venado de las Pampas, el Ciervo de los Pantanos, la Boa Curiyú y el mayor número de aves en peligro de extinción de Argentina, que reúne al Tordo Amarillo, el Yetapá de Collar, la Monjita Dominicana, el Cardenal Amarillo, los Capuchinos, el Águila Coronada y otras diez especies, dependen enteramente de la salud de estos ecosistemas para poder sobrevivir7.

Si bien el fuego es un agente modelador de los ecosistemas naturales, nunca se había presentado con esta magnitud y extensión en el tiempo y el territorio. Los componentes más sensibles de los ambientes naturales no están preparados para resistir este embate. Los efectos están a la vista y se han hecho públicos: cientos de imágenes recorrieron las redes sociales y los medios de comunicación mostrando animales calcinados, acorralados o huyendo del fuego. Enormes extensiones de pastizales, humedales y bosques arrasados por las llamas o convertidos en cenizas y carbón. La mayor parte de esas imágenes dramáticas tienen como protagonistas a especies que, afortunadamente, cuentan con poblaciones estables y vigorosas fuera de los territorios afectados por el fuego. Con la restauración paulatina de sus ambientes, es esperable que vayan recuperando terreno y vuelvan a habitarlos.

Pero hay otras consecuencias que todavía no se conocen completamente. Todavía no sabemos cuál será el impacto que esta tragedia ambiental provocó sobre las especies más amenazadas de extinción. La época en la que se dieron los incendios es particularmente importante, dado que muchas especies estaban atravesando sus ciclos reproductivos cuando los fuegos arrasaron con todo. Se sabe que algunos de estos animales, en especial algunas aves, tienen altas mortalidades durante su primer año de vida, y las poblaciones muestran un descenso continuo en el número de individuos en los últimos años. Desde hace varios años se está trabajando en aumentar su éxito reproductivo y la supervivencia de sus poblaciones, sabiendo que cada esfuerzo cuenta. Un evento de esta magnitud podría dar comienzo a un vórtice de extinción.

Pero el efecto del fuego excede a las áreas afectadas. Las zonas que aún no se incendiaron están bajo una altísima presión, ya que el ganado y la fauna silvestre se están refugiando en los mismos sectores. El impacto ecológico seguramente llegará incluso más lejos, dado que por los daños ocurridos se verán afectadas provincias aledañas por la sobrecarga ganadera de los campos y por la extracción masiva de recursos para la reconstrucción de infraestructura rural (alcanza con pensar en la cantidad de postes de quebracho y otras maderas duras que serán extraídos de Santa Fe, Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Salta).

Las causas antrópicas

El contexto climático extraordinario sin dudas facilitó el marco necesario para la catástrofe. Pero hay que reconocer también el rol que tienen las actividades humanas en la región, sobre todo en relación a la producción.

Sumado al clima, hay un contexto que favoreció esta situación, provocado por la falta de gestión, el uso de prácticas productivas arcaicas, la falta de manejo y control de cuencas hídricas y falta de control y prevención de incendios. Pero sobre todo, es sumamente preocupante el grado de incumplimiento de las normativas vigentes, tanto por parte de los privados como de los responsables del Estado en hacerlas cumplir. La Ley Nacional 26.5628 y la Ley Provincial de Corrientes 5.5909, prevén una serie de pautas para el manejo correcto del fuego, y también sanciones que no llegan a concretarse en la mayor parte de los casos. Si bien hay un presupuesto asignado, la magnitud de lo ocurrido deja en evidencia que no hay claridad en la manera en que se asigna.

Todo esto, en un contexto socio cultural con el grueso de la población en afectada por una pobreza crónica, miseria rural y falta de oportunidades desde hace décadas.

Como se señala más arriba, prácticas obsoletas de producción, varias veces ilegales, no planificadas ni controladas en relación al uso del fuego (sobre todo en ganadería), han sido las principales causas de la propagación de los incendios. La ganadería ha venido perdiendo terreno en la provincia, y -como sucedió en muchas otras partes del país10 11- ha sido empujada hacia áreas marginales, con pastizales y malezales de bajo valor nutritivo. El INTA registra una reducción permanente en el área destinada a la producción animal desde 1988, pero también un incremento en el número de cabezas de ganado12, lo que en muchos casos repercute negativamente sobre los pastizales naturales frágiles y los mismos sistemas de producción13. La concentración de cabezas en pastizales malos para la ganadería y la falta de planificación en uso del fuego para promoción de forraje ha determinado el aumento en la frecuencia y extensión de las quemas.

Este desplazamiento de la ganadería a zonas marginales se ha dado principalmente por el avance de dos alternativas productivas: el cultivo de arroz14  y las forestaciones15. Ambas formas de producción tienen una importante relación con un factor clave en la regulación de la intensidad de los incendios: el agua disponible en el suelo. Producir una hectárea de arroz puede insumir el uso de 11.000 y 14.000 m3 de agua16, 17. En muchos casos, se realizan obras hidráulicas para disponer de más cantidad de agua, desviando cursos de agua naturales y construyendo diques, lo que repercute drásticamente en la dinámica de este elemento y limita su disponibilidad.

La presencia de grandes masas forestales con fines productivos tiene diferentes impactos sobre la dinámica del agua en el suelo. Cuando pinos o eucaliptos ocupan el lugar de los pastos naturales, parte del agua de lluvia que abandonaba los pastizales por escurrimiento superficial y por drenaje profundo, abasteciendo acuíferos y cursos de agua, se libera en forma de vapor, determinando reducciones en los caudales de arroyos y/o en la recarga de los acuíferos de esas áreas de pastizales que han sido forestadas, y este efecto se vuelve mucho más severo en climas y regiones áridas18. Pero además, las forestaciones logran acceder al agua de los depósitos freáticos, afectando la disponibilidad y nivel del agua subterránea y, por acarreo lateral, aumentan la cantidad de sales en el suelo19. Mediciones realizadas en nuestro país muestran que establecimientos con forestaciones de pino de alta densidad han reducido la descarga líquida de agua en un 50%20, flujo que debería terminar en arroyos y otros cuerpos de agua.

Otras actividades productivas también han tenido una incidencia para generar esta situación, aunque no se cuenta con información robusta para comprender sus efectos. El drenaje o “vaciamiento” de cuerpos de agua, con el fin de ganar tierras cultivables o pastoriles, no ha sido debidamente cuantificado pero es, sin duda, uno más de los factores a tener en cuenta. Por último, el rellenado de tierras bajas con fines inmobiliarios es otra actividad que debería ser considerada.

Las acciones

Aunque resulta un verdadero -y complejo- desafío, toda situación de crisis representa también una oportunidad para mejorar. Esta claro que nadie estaba preparado para un panorama como el actual. Pero también está claro que hemos facilitado que sucediera.

El cambio climático ya está trabajando sobre todos nosotros. Ambientes naturales y sociales están/estamos siendo afectados directamente por este proceso muy difícil de combatir. Hay una diferencia entre estos dos actores: no podemos pedirle más a la naturaleza. Quedó demostrado que ya sobrepasó su capacidad de amortiguar los golpes que el calentamiento global nos viene asestando. Todo cambio que necesitemos debemos generarlo nosotros mismos. Las sociedades. Las personas. Los pueblos. Las instituciones.

Es momento de sentarnos a discutir qué podemos hacer para reducir la posibilidad de que algo tan trágico se repita. Sin ánimo de cargarnos responsabilidades unos a otros, pero sí de ver que estuvimos generando parte del marco previo sobre el que desembarcó  este  verdadero desastre. Y en esa mesa deben estar los estados, las empresas, las ONGs, las academias, los productores, los vecinos, y todos los actores que participan de la matriz productiva, social y política.

Desde Alianza del Pastizal, sabemos que el uso correcto del fuego como herramienta contribuye a la conservación de la biodiversidad, al aumento en la producción y a reducir la cantidad de material combustible y, por ende, la posibilidad de incendios no controlados21. Pero para ello se requiere entrenamiento, planificación, gestión ágil en tiempos productivos, control y fiscalización del Estado.

Corrientes es una provincia históricamente ganadera que sostiene el 10% del stock nacional de cabezas y el 20% del stock nacional de vientres de cría. Nosotros defendemos y promovemos a la ganadería, ya que con un manejo correcto se puede sostener la biodiversidad nativa, mejorar la producción e incluso reducir el uso del fuego. El problema no es la ganadería, el problema es como se lleva a cabo.

También está demostrado que, con el manejo correcto de carga animal, pulsos de pastoreo y tiempos de descanso, la ganadería ayuda a disminuir los efectos del cambio climático capturando dióxido de carbono y fijándolo en el suelo, que es su forma más estable. Los pastizales así manejados prestan entonces un servicio ecosistémico vital para todos nosotros.

En vista de lo que pasó, y está pasando, se hace imprescindible contar con un adecuado ordenamiento territorial, un marco normativo que proteja humedales, el fomento de una ganadería ambientalmente responsable, la práctica de formas de producción de madera y arroz que contemple las necesidades por el agua, la creación de Áreas Naturales Protegidas, la implementación completa de las que ya están declaradas, la promoción del acceso a la información, la producción de información nueva y específica para la toma de decisiones, el establecimiento de compromisos que trasciendan a los mandatos y a los mandatarios, la puesta en funcionamiento de adecuados sistemas de control, vigilancia y combate del fuego, comunicación activa a la población local y sensibilización especialmente a nuevas generaciones desde los programas escolares. Finalmente, desde los gobiernos nacional, provinciales y municipales, se debe por velar el cumplimiento de las leyes y normas vigentes.

1 https://inta.gob.ar/sites/default/files/inta_analisis_climatico_y_balanc...
https://books.google.com.ar/booksl=es&lr=&id=GfyIjLypngIC&oi=fnd&pg=PA39... ands%20effects&f=false
3 https://drive.google.com/file/d/1JTc5poxWjeuRDLbixNC4xE6SzumyJ8IU/view
4 https://bichosdecampo.com/wp-content/uploads/2022/02/Evolucion-del-area-...
5 https://firms.modaps.eosdis.nasa.gov/map/#t:adv;d:2022-01-04..2022-02-03;@-57.3,-29.2,8z
6 https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/ganaderia/la-produccion-ya-pe...
por-los-incendios-en-corrientes-pero-el-impacto-economico-nid14022022/
https://www.avesargentinas.org.ar/sites/default/files/Areas%20Importante... aci%C3%B3n%20de%20las%20Aves_opt.pdf
8 http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/160000-164999/161...
https://recursosforestales.corrientes.gob.ar/assets/articulo_adjuntos/38...
10 https://www.bcr.com.ar/sites/default/files/ganaderia.pdf
11 https://www.ciea.com.ar/web/wp-content/uploads/2016/12/Doc11-Capdevielle...
12 https://inta.gob.ar/sites/default/files/script-tmp-inta-_evolucin_ganade...
13 https://inta.gob.ar/sites/default/files/script-tmp-causas_afectan_adopci...
14 http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/75829/.pdf-PDFA.pdf?seq...
15 https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.9410/ev.9410.pdf
16 http://www.scielo.edu.uy/pdf/agro/v21n1/2301-1548-agro-21-01-00109.pdf
17 https://scholar.google.com/scholar?hl=es&as_sdt=0%2C5&q=agua+consumo+arr... a%2C%20arroz%20y%20Do%C3%B1ana%3A%20caminos%20convergentes
18 https://www.agro.uba.ar/users/paruelo/Publicaciones/2006/Jobba%26gy%20E.... oplatenses%20y%20el%20agua.%20Ciencia%20Hoy.pdf
19 http://www.scielo.org.ar/pdf/ecoaus/v18n3/v18n3a05.pdf
20 http://www.scielo.org.ar/pdf/ecoaus/v23n2/v23n2a02.pdf
21 https://drive.google.com/file/d/1JTc5poxWjeuRDLbixNC4xE6SzumyJ8IU/view

Anexo de imágenes del FIRMS. El área afectada por fuego aparece en rojo.

Noviembre de 2021

mapa_1.jpg

Diciembre de 2021

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Adjuntos: