Proyecto Reducción de Monofilamentos


Los monofilamento y las líneas de pesca abandonados por los pescadores recreativos en nuestras playas son una seria amenaza para la vida silvestre marina y costera.

El monofilamento y las líneas de pesca perdidos o desechados en los ambientes costeros se han convertido en una preocupación creciente. Así mismo, muchas aves marinas y costeras que se encuentran con regularidad a lo largo de las costas de Argentina, incluyendo la amenazada Gaviota Cangrejera (Larus atlanticus), una especie endémica de la Costa Atlántica de Argentina, Uruguay y sur de Brasil. Ésta y otras especies de aves y organismos marinos se ven amenazadas por las líneas de monofilamento que se pierden (con o sin anzuelos) o son descartados a lo largo de las playas, en muelles y escolleras.

El monofilamento utilizado por los pescadores recreativos es fuerte, duradero y casi invisible. Esas mismas características hacen que sea muy peligroso para la vida silvestre. Se han reportado incidentes de enredo e ingestión en 267 especies en todo el mundo, incluyendo el 43% de los mamíferos marinos, el 44% de las aves marinas y el 86% de las tortugas marinas. En Argentina, la pesca recreativa marina es practicada por personas de todas las edades, ocurre a lo largo de todo el año y se ha convertido en una actividad de gran importancia socioeconómica. Tiene lugar en varios sectores del litoral marítimo, destacándose especialmente la costa de la provincia de Buenos Aires. A pesar de su relevancia, se ha prestado poca atención a sus posibles efectos negativos sobre la fauna costera. Un estudio reciente ha demostrado también que las líneas de monofilamento perdidos o descartados en las zonas de pesca recreativa de Bahía San Blas ha resultado en la mortalidad y heridas en la Gaviota Cocinera (Larus dominicanus).

Con el objetivo de mejorar el estado de conservación de la Gaviota Cangrejera y otras especies de fauna marina amenazadas por las interacciones negativas con líneas de monofilamento, se ha desarrollado un programa de recuperación y reciclaje de monofilamento intentando aumentar la conciencia pública y la participación de la ciudadanía frente a este problema.

Las actividades que se realizan cuentan con la participación de las comunidades locales, públicas y con los pescadores deportivos ya que estos últimos, sobre todo, pueden ayudar a aliviar el problema mediante el reciclaje de las líneas de pesca. De esta manera, las probabilidades de enredo con la fauna marina se reducen o eliminan.

Se trabaja en zonas de alta actividad de pescadores recreacionales, como Mar del Plata (desde laguna de Mar Chiquita al faro de Mar del Plata) y Necochea (desde el Balneario Los ángeles hasta Costa Bonita).

En las actividades de divulgación y fomento de conciencia han participado alrededor de 600 pescadores de toda la región. Se han entregado contenedores de PVC fijos para playas, embarcaderos, muelles, espigones y puertos deportivos, así como contenedores móviles que se utilizan en los torneos y tiendas de pesca. De esta manera los comercios participantes, comenzaron a funcionar como centros de recepción del monofilamento en desuso.

El Programa de Reducción de Monofilamento y Líneas de Pesca en Zonas Costeras de Argentina ha sido declarado de Interés Municipal por el Intendente Municipal de Tres Arroyos Dr. Carlos Alberto Sánchez mediante el Decreto N° 3928/2014. Además, ha contado con la colaboración del Secretario de Gestión Ambiental del municipio, Dr. Ricardo D’Annunzio, los guardafaunas municipales Enrique Achigar, Eduardo Álvarez y Rubén La Canale, el delegado municipal de Orense Raúl Ascat y todos los colaboradores del Club de Pesca Orense, especialmente Héctor y Claudio La Plaza; el Club de Pesca Quilmes, especialmente del Presidente de la Subcomisión de Pesca, Pablo Ferrante y los integrantes del Programa Marino de Aves Argentinas, Leo Tamini y Rubén Dellacasa.

La mayoría de los programas en todo el mundo alientan a los pescadores para volcar sus líneas de pesca usadas en contenedores de reciclaje especialmente diseñados. Por último, Aves Argentinas coordina una Red Nacional de Clubes de Observadores de Aves, formado por grupos locales que llevan a cabo educación ambiental, gestión de la conservación y promoción de la observación de aves en nuestro país. Estos clubes son excelentes ejemplos de instituciones civiles locales interesados en la ciencia para los ciudadanos y la conservación local.