Ayer se celebró en todo el mundo el Gran Día Mundial de Observación de Aves, en conmemoración con el Día Mundial de las Aves Migratorias. A lo largo y ancho de todos los continentes, observadores de aves y amantes de la naturaleza recorrieron ciudades, plazas, reservas y parques nacionales contando y detallando todas las aves que vieron. En Argentina, se estima que participaron más de 1000 entusiastas de las aves en casi todas las provincias.
En forma casual, en la Argentina existen 1000 especies de aves. La cifra representa el 10% de las existentes en el mundo. Por esa razón, la actividad del observador creció en los últimos tiempos y en nuestro país existen más de 70 Clubes de Observadores de Aves.
Tiempo acompañó a un grupo de entusiastas que se lanzó a la búsqueda de plumíferos por la Facultad de Veterinarias, en Agronomía. Hernán Terri concurrió con su mujer y sus hijos. "Hace dos años que empecé a observar aves, en unas vacaciones que fuimos a Puerto Pirámide y mis hijos me llenaron de preguntas", contó el analista de sistemas de 39 años, "después de eso me copé y empecé a investigar. Hoy estudio en la Escuela Argentina de Naturalistas, de Aves Argentinas."
Christian Bisau es un observador de Aves Argentinas, y quien comandó las acciones. Confesó estar obsesionado con las vocalizaciones de las aves, al punto que su celular está repleto de grabaciones. "La importancia de los observadores es que podemos determinar cuándo un área necesita mayor conservación", afirmó.
El Gran Día Mundial de Observación de Aves está organizado por la Universidad de Cornell (EEUU) y se enmarca dentro del sistema de "ciencia ciudadana". Todos los datos recabados se suman a eBird, una base de dato de registros de aves global y luego de allí se transfieren al Sistema Nacional de Datos Biológicos, administrado por el Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación. De esta manera, los datos generados por los observadores y aficionados se transforman en un importante y valioso recurso científico.
Nota publicada por: tiempoargentino.com