Especie endémica de la Patagonia Austral en peligro de extinción, el cortejo de estas aves parece un espectáculo coreográfico.
Una coreografía, un tango, un baile de a dos. Así se ve el cortejo del macá tobiano, una especie endémica de la Patagonia Austral y de la que cada vez se habla más, especialmente por el estado crítico en el que se encuentra: su población se redujo más de un 80 por ciento en los últimos 25 años y se calcula que no quedan más 800 individuos.
"Desde su descubrimiento en 1974, se ha convertido en un símbolo de la naturaleza silvestre y la conservación en Patagonia", explican en Aves Argentinas, una organización que, junto con Ambiente Sur, están trabajando para revertir esta situación. El macá tobiano "habita lagos y lagunas de las mesetas de altura de la provincia de Santa Cruz, una de las ecorregiones más amenazadas y menos protegidas de la Argentina. En invierno, migra hacia la costa atlántica, a los estuarios de los ríos Coyle, Gallegos y Chico-Santa Cruz", agregan.
Es por esto que las mesetas del Lago Buenos Aires, en el Parque Nacional Patagonia, y la laguna Strobel son los sitios ideales para observar las colonias de nidificación del macá tobiano, que se forman a partir de octubre -cuando llegan los primeros individuos- hasta marzo, que comienza la migración.
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